martes, 31 de mayo de 2011

Mendive: El maestro de José Martí

Por: Delfín Leyva

José Martí no había cumplido los 13 años cuando lo matriculan en el Colegio San Pablo, cuyo director Rafael María Mendive era un hombre muy sabio y bueno. Un ser humano extraordinario y un defensor de la independencia de Cuba del gobierno opresor de España. Martí escucha los hermosos versos del maestro, sus anécdotas y sus comentarios de la historia de Cuba y de muchos pueblos. Queda fascinado con Mendive y éste se encariña con Pepe, como comienza a llamarle. La esposa del maestro y sus hijas simpatizaron rápidamente con el adolescente que se destaca por su elocuencia y sabiduría, con sólo doce años y unos meses. Mendive siente tanto cariño por él, que habla con su padre y de inmediato lo convence para llevar al niño a vivir al colegio y pueda así aprovechar más su enseñanza. El Colegio San Pablo y muy especialmente la Oficina del Director se convierte en Centro de Reuniones de Cubanos, que expresaban su indignación por la forma despótica y cruel que actuaba el gobierno español. Pepe escuchaba con mucha atención las discusiones, protestas y estrategias que comentaban aquellos patriotas que luchaban por la libertad de Cuba. En el corazón del muchacho se van arraigando sentimiento y ansias de libertad y va conociendo la soberbia del gobierno de España y su forma egoísta e injusta de tratar a los cubanos. El colegio se convierte para él en su hogar y en el lugar que necesitaba para dar riendas a su preparación académica. Pasa horas en la biblioteca, devorando libros, puliendo versos que ya comienza a escribir. Mendive se sorprende un día, cuando se lo encuentra tratando de traducir del inglés, poemas de famosos poetas.

Según va creciendo, el pensamiento de Martí por luchar por la libertad de las patria, lamentablemente se va distanciando más de sus padres, que por ser españoles no estaban de acuerdo con las ideas del joven. Su padre Mariano creía en la grandeza imperial de España. Su padre visita el colegio y le comunica a Mendive su deseo de sacar a Pepe del colegio. Después de una agria discusión, Mendive se compromete con Mariano a pagar todos los estudios del adolescente hasta el grado de bachiller. Pepe escucha con mucha tristeza la controversia y le pide a su padre con humildad que lo deje en el colegio. Mariano accede y Pepe sigue adquiriendo toda la sabiduría que le ofrecía el maestro, que poseía una gran cultura.

Pepe con sus trece años, ya no sólo escucha a los participantes de las reuniones en el colegio, ahora participa, opina y actúa. Comienzan a suceder dramáticos acontecimientos en el país. Se conspira, los cubanos protestan y Mendive es detenido y encarcelado. Martí visita todos los días a su admirado maestro en la prisión, siéndole fiel al educador que le ha ayudado a forjar su pensamiento. Consagrará su vida a la libertad de Cuba. Ya con casi 16 años, decide el rumbo de su vida hasta la muerte. Su prioridad será luchar por la libertad de su patria. Se da a conocer al publicar su dramático poema Abdala y otros.

El profesor Mendive es deportado a España. Martí es detenido y se le condena a seis años de cárcel. Así fue la amistad y admiración que el aventajado alumno y el culto profesor sellaron cuando a penas Martí tenía 13 años.

En Nueva York, en 1891, Martí escribió una hermosa crónica que fue publicada en el periódico “El Porvenir”, donde dejó para la posteridad las virtudes y cualidades de su querido profesor. Esta crónica la publicaré en nuestra próxima Cápsula Martiana.

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