viernes, 9 de julio de 2010

Martí y el socialismo

A finales del año 1993, llegó a Puerto Rico un grupo de cubanos que venían de Santo Domingo en una yola. En ese momento ya habíamos recibido, con la ayuda de varios compatriotas, a más de mil cubanos que arriesgaban sus vidas por llegar a territorio americano. Entre ellos vino un espigado joven, de unos 25 años, quien al ver una foto de Martí en mi oficina me preguntó: “¿Cómo tienes una foto de un comunista en tu oficina?” Ya me había encontrado con situaciones similares y les explicaba que el gobierno comunista de Castro había distorsionado el pensamiento martiano, pero este joven era más inquisitivo y me dijo: “Pero si Martí habló bien de Karl Marx, y recuerdo el escrito que hizo cuando éste murió”. Y le dije: “Es cierto, pero tú no has tenido la oportunidad de leer el artículo completo que escribió Martí en el periódico La Nación y que apareció publicado el 13 de mayo de 1883. Lo que tú leíste en Cuba es este mismo artículo, pero mutilado porque el tirano nunca ha permitido publicar el artículo original, sino uno donde suprime lo que Martí expresó en su totalidad. Dicho esto le enseñé el artículo original publicado en varios libros donde Martí dijo:

“Karl Marx ha muerto. Como se puso del lado de los débiles, merece honor. Pero no hace bien el que señala el daño, y arde en ansias generosas de poner de remedio sino el que enseña remedio blando al daño. Espanta la tarea de echar a los hombres sobre los hombres. Indigna el forzoso abestamiento de unos hombres en provecho de otros. Mas se ha de hallar salida a la indignación, de modo que la bestia cese, sin que se desborde y espante”.
Luego le mostré el libro “Martí y Estados Unidos”, cuyo autor es José A. Benítez, el cual se publicó en 1983, por la Editorial Política en La Habana, Cuba, donde en la página 19 aparece el artículo, pero omiten el párrafo al que hemos hecho referencia.

Así son los comunistas, todo lo tergiversan. A continuación otros pensamientos del apóstol relacionados con el socialismo.

“Asesino alevoso, ingrato a Dios y enemigo de los hombres es el que so pretexto de dirigir a las generaciones nuevas les enseña un cúmulo aislado y absoluto de doctrinas y les predica al oído, antes que la dulce plática del amor, el evangelio bárbaro del odio.”

“Dos peligros tiene la idea socialista; el de las lecturas extranjerizas, confusas e incompletas y el de la soberbia y rabia disimulada de los ambiciosos que para ir levantándose en el mundo empiezan por fingirse frenéticos defensores de los desamparados para tener hombros en que alzarse.”

“Esa futura esclavitud es el socialismo. Todo el poder que iría adquiriendo la casta de funcionarios, ligados por la necesidad de mantenerse en una ocupación privilegiada y pingüe, lo iría perdiendo el pueblo que no tiene las mismas razones de complicidad en esperanzas y provechos, para hacer frente a los funcionarios enlazados por intereses comunes. Como todas las necesidades públicas vendrían a ser satisfechas por el estado, adquirirán los funcionarios entonces la influencia enorme que naturalmente viene a los que distribuyen algún derecho o beneficio. De ser siervo de sí mismo, pasaría el hombre a ser siervo del estado. De ser esclavo de los capitalistas, como se llaman ahora, iría a ser esclavo de los funcionarios. El funcionamiento autocrático, abusará de la plebe, cansada y trabajadora. Lamentablemente será, y en general, la servidumbre.”

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